domingo, 24 de febrero de 2013

"Google y Facebook son usados para hacer inteligencia"



24.02.2013
04:18
Julian Assange



Julian Assange, el fundador de WikiLeaks, alerta sobre los peligros de los monopolios informativos, destaca el creciente poder del bloque de países latinoamericanos y denuncia los mecanismos que utiliza el gobierno de EE.UU. para manipular la información en Internet.

Por:

Pedro Brieger y Alejandro Kazanzew

Desde su lugar de asilo en la embajada ecuatoariana en Londres, Julián Assange fue entrevistado por un equipo de la Televisión Pública. Lo que sigue es la transcripción de la entrevista.

Brieger: –Recientemente recibió el premio Yoko Ono y en 2009 le dieron el de Amnistía Internacional. Creo que estas distinciones tienen distinto significado. ¿Qué piensa usted al respecto?

Assange: –El premio de Amnistía Internacional es interesante. La posición de los grupos de derechos humanos financiados por occidente es tanto buena como mala. Es decir, hacen tareas positivas con los países que no están aliados con occidente, pero lo que hacen con los países que sí están aliados con occidente es terrible. Amnistía Internacional debe ser repudiada. No ha reconocido a Bradley Manning, el joven agente de inteligencia militar acusado por proporcionarnos material, como preso político. Se niegan a reconocerlo como preso político, y eso es vergonzoso.

B: –Pero le dieron un premio en 2009...

A: –Bueno, pero eso fue porque estábamos publicando información sobre las muertes en Kenia, donde 500 personas fueron asesinadas por la policía y fue ocultado.

B: –¿Y qué opina sobre el nuevo premio, el Yoko Ono?

A: –Pienso que esta mujer es un tesoro viviente. Esto sucedió en Nueva York hace poco, había alrededor de 150 personas presentes y fue una señal muy positiva para nuestra batalla judicial contra la Fiscalía de los Estados Unidos, una importante declaración política por parte de Yoko Ono.

B: –Usted habló de Bradley Manning, quien está acusado de entregar información al enemigo, pero no de revelar crímenes de guerra... ¿correcto?

A: –Hay una serie de cargos de los que se lo acusa. El más grave de ellos es comunicarse con el enemigo. ¿Qué es lo que esto significa? Ese es el nombre formal de la acusación, pero lo que alegan no es que él se comunicó con el enemigo, con Irán o Al Qaeda, lo que quieren es imponer una nueva interpretación diseñada para eliminar completamente la cobertura de los medios sobre asuntos de seguridad nacional en los Estados Unidos. Están diciendo que cada vez que alguien que trabaja en el gobierno se comunica con los medios se está comunicando con el enemigo, porque si la información es publicada luego en los periódicos, en Internet, el enemigo puede leerla. Por lo tanto, equivale a dar información al enemigo, que es un delito punible con pena de muerte.

B: –Pero usted habla mucho de él, ¿por qué? ¿Lo considera tan importante?

A: –Es el preso político más destacado de Norteamérica en este momento. Ha estado en prisión preventiva más tiempo que ningún otro oficial en la historia de las fuerzas armadas de los Estados Unidos. Es el caso de mayor relevancia en la historia de las fuerzas armadas de ese país. La acusación en su contra es que proporcionó información interna del Pentágono que ayudó a cambiar al mundo. No hay ninguna acusación de que haya hecho esto a cambio de dinero o por ninguna otra motivación que tratar de exponer los abusos y esclarecer la historia.

B: –Usted siempre sostiene que la tecnología no es neutral, pero en este caso él usó la tecnología para un buen fin, y usted mismo también la utilizó para otro buen fin. Entonces, ¿se puede juzgar a la tecnología sin hablar de política a la vez?

A: –No, no se puede. Se debe vincular con la política. Por supuesto que uno siempre puede concentrarse en la parte material de un hecho, pero todo tiene un contexto político. Quienes nos dedicamos a la tecnología o a las ciencias siempre debemos observar qué es lo que pasará con los frutos de nuestro trabajo, y debemos asegurarnos que se utilicen de una forma que sea coherente con nuestros valores.

B: –No le voy a pedir que se defina a usted mismo, pero algunas personas sostienen que usted es un hacker, otros dicen que es un activista, otros que es un periodista, y me da la sensación de que usted es todas esas cosas y ninguna de ellas. ¿Qué piensa sobre esto?

A: –Creo que lo más interesante sería preguntarse por qué se está debatiendo esto por empezar.

B: –Sí, exactamente, ¿por qué?

A: –Bueno, por la misma razón por la cual se debatió si el waterboarding (ahogamiento simulado) era una forma de tortura o no.

B: –Buena pregunta.

A: –¿Por qué se debatió eso? La definición previa era que el waterboarding siempre era una forma de tortura, pero luego se puso en debate. La respuesta es muy simple, y es que las definiciones tienen consecuencias. Entonces, la definición de si soy un periodista o no tiene consecuencias. Y los enemigos de esta organización querían vernos rodeados y encarcelados. A ellos les gustaría decir que no somos editores ni periodistas, porque eso les permite posicionarse mejor a nivel legal y, lo que es más importante, políticamente les permite separarnos del resto de la prensa, de otros editores. El primer paso para atacar a alguien es aislarlo y luego destruirlo sin tener que preocuparte por la reacción de sus aliados.

B: –El año pasado, Victoria Nuland, del Departamento de Estado de los Estados Unidos, dijo que usted iba a enfrentarse a la justicia en Suecia por algo que no tenía nada que ver con WikiLeaks. Un periodista le preguntó si quería revisar lo que había dicho porque de lo contrario la gente de WikiLeaks iba a lanzarse sobre ella, a lo que Nuland dijo “Gracias por protegerme, Matt”. Yo me pregunto, ¿están trabajando juntos en este caso?

A: –Lo que sucede con las corporaciones de medios de todo el mundo, que es muy evidente en los Estados Unidos, es que una vez que alcanzan cierto tamaño y madurez, se les da un lugar en la mesa de negociaciones del poder. Es decir, una corporación mediática puede hacerte tambalear iniciándote una campaña en contra. Por eso todos quieren tener a los medios a su favor, y para eso invitan a los propietarios, los editores y los periodistas a vincularse socialmente con ellos y les dan concesiones. Entonces, después de un tiempo, las organizaciones mediáticas poderosas dejan de sentir que están simplemente apoyando a las instituciones más poderosas del país y comienzan a verse a sí mismas como parte de la familia del poder, como parte del mismo establishment. Y lamentablemente esto parece ser inevitable. La única forma de evitarlo es mediante la competencia entre grupos mediáticos y una constante renovación, ya que después de un tiempo desarrollan mucho poder y se ven corrompidas por dicho poder.

B: –También hay otra gran diferencia. Estos grupos eran parte de la guerra, por ejemplo el New York Times apoyó la guerra, tenía periodistas incrustados, y usted en cambio dice a menudo que ayudó a detener la guerra.

A: –Sí, en ese contexto, lo que hicieron The New York Times, CNN y The Observer en Londres con la guerra de Irak es la traición más grande al periodismo, porque el principio ético número uno en el periodismo debe ser la veracidad, y ellos mintieron.

B: –Sí, mintieron.

A: –Y fue una mentira con consecuencias. Cientos de miles de personas fueron asesinadas y desplazadas.

B: –Nadie lo acusa a usted de haber mentido.

A: –No.

B: –Eso es un punto a su favor.

A: –En toda nuestra historia editorial no tenemos ni una sola acusación de haber publicado algo que no fuera verdad. Eso nos convierte en el medio con mejor reputación del mundo.

B: –Y siguen mintiendo también sobre usted.

A: –Bueno, esta es una de las razones. Si no podés atacar a alguien basándote en el contenido, ¿qué te queda? Tenés que atacarlo personalmente, cuestionar de dónde proviene su financiación, etc. Y eso es lo que hacen con nosotros.

B: –¿Sabía antes de todo lo que sucedió en el Reino Unido que muchos países de Latinoamérica lo apoyarían?

A: –Nos sorprendimos bastante, pero ya habíamos visto esa clase de apoyo por parte de Latinoamérica. Ya lo habíamos visto por parte de Ecuador, cuando se publicó un libro sobre los cables de WikiLeaks escrito por Santiago O’Donnell, que había sido publicado antes en Argentina, ArgenLeaks, también se publicó Wiki Media Leaks en Latinoamérica, tenemos grandes colaboradores en Brasil...

B: –¿Fue consciente de que esta información iba a ser tan importante para Latinoamérica?

A: –Yo sabía que mi plan con WikiLeaks era abarcar todo el mundo. Es muy difícil, técnicamente y legalmente, operar WikiLeaks, no podés hacerlo para un solo país. Sabíamos que íbamos a afectar a casi todos los países. Pero creo que ha pasado algo muy interesante en Latinoamérica, la mayoría de las personas lo reconocen, especialmente a lo largo de los últimos 10 años. Hay un nuevo vigor y una nueva independencia política de los estados latinoamericanos, a partir del gradual alejamiento de los gobiernos dictatoriales y de la corrupción que se instaló en las instituciones en esas épocas. Es muy alentador verlo en la práctica, en un sentido muy concreto, que es la razón por la cual estoy aquí, en esta embajada, en lugar de estar en cualquier otra embajada. El Nuevo presidente de Túnez, Moncef Marzuki, me ofreció asilo político en Túnez.

B: –Él también fue un activista por los derechos humanos.

A: –En efecto, estuvo preso bajo el régimen de Ben Alí, un hombre muy respetable... Y no acepté su oferta, porque Túnez está solo, no es parte de un bloque. Tiene a Arabia Saudita y a otros estados de la región que no le brindan demasiado apoyo porque en su mayoría son marionetas de los Estados Unidos. Pero Ecuador tiene el apoyo del resto de Latinoamérica, y eso es algo extremadamente importante. Si nos remontáramos 15 años al pasado, ¿hubiera confiado en que el Ecuador podía soportar esta batalla? No, no hubiera confiado en ello, porque no tenía el apoyo de sus países vecinos, y ahora sí lo tiene.

B: –¿Piensa que esto también fue importante cuando la policía británica quiso ingresar a la embajada y muchas instituciones latinoamericanas debatieron este tema como bloque?

A: –Sí, fue importante. Es difícil estimar o describir cabalmente la importancia que tuvo. La embajada fue rodeada a las 3 de la mañana, con policías escalando las paredes con sogas, era una amenaza directa del Reino Unido de ingresar a la embajada. Sin embargo, se pueden ver declaraciones de William Hague diciendo “No, no, nunca amenazamos con ingresar a la embajada; simplemente estábamos mostrándole a Ecuador cuáles eran las diversas opciones legales”. Este es un gesto británico muy típico. La amenaza era no reconocer a la embajada. Cuando William Hague dijo “Nunca amenazamos con ingresar a la embajada” estaba diciendo la verdad. La amenaza era que iban a dejar instantáneamente de reconocer a la embajada y luego iban a ingresar.

B: –¿Qué cree que detuvo a la policía de ingresar a la embajada?

A: –En la prensa de Londres salió que los abogados del Ministerio de Relaciones Exteriores y del Commonwealth le habían aconsejado a William Hague que no lo haga. Pero había presión de los Estados Unido. Es una actitud de arrogancia suprema, la arrogancia de pensar que semejante medida sería aceptada. Y por supuesto que diplomáticos británicos de todo el mundo pensaron que sus embajadas correrían la misma suerte. Por eso se detuvo.

B: –¿Qué están haciendo ahora? ¿Sólo permanecer afuera y observar?

A: –Desde que ingresé aquí, durante los últimos siete meses, ha habido un equipo de vigilancia afuera en todo momento. Según el alcalde de Londres, Boris Johnson, están gastando doce mil libras por día sólo por el despliegue policial.

B: –¿En qué estado se encuentra actualmente la investigación? ¿A dónde se dirige? Porque escuché que el FBI estuvo interrogando a personas en Islandia.

A: –Bueno, es difícil para algunas personas imaginarse la proporción de la investigación, pero es la más grande que ha tenido lugar en los Estados Unidos desde el 9/11. Están involucrados más de una docena de organismos gubernamentales, esto incluye a la CIA, el Departamento de Estado, el FBI, el Ministerio de Justicia. Hay un Gran Jurado trabajando en el caso desde mediados de 2010. En Alexandria, Virginia, están obligando a personas a testificar y están tomando como prueba materiales de Google, Facebook y MySpace. Están enviando agentes del FBI al exterior. Trascendió el caso de ocho agentes del FBI que volaron ilegalmente a Islandia y operaron sin la autorización del gobierno islandés, llevando personas de Islandia a Washington para interrogarlas. Es una investigación enorme, pero confío en que no va a detener a WikiLeaks. ¿Por qué estoy tan seguro? Porque vemos el nivel de apoyo político que tenemos, incluso dentro de los Estados Unidos tenemos un 40% de la población a nuestro favor, según sondeos de Reuters.

–B: Su madre fue citada por periódicos australianos confirmando que usted se postulará como candidato a senador. ¿Es cierto?

–A: Sí, es cierto.

–B: ¿Por qué?

–A: Originalmente empezó como una forma de asegurarnos de que el tema de la persecución de WikiLeaks por parte del gobierno de los Estados Unidos estuviera en la agenda política de Australia. Ahí es donde pensamos que tal vez podíamos obtener el 4% de los votos. Es importante que durante el período previo a las elecciones en Australia mantengamos en la agenda el tema de los abusos del gobierno australiano contra la organización, porque tenemos varios colaboradores australianos. El gobierno australiano canceló mi pasaporte. También está llevando a cabo una investigación que involucra a la totalidad del gobierno, y le proporcionó información sobre nosotros a los Estados Unidos. O sea que está actuando de una forma indignante. Luego, vimos que en Australia el apoyo a nuestros ideales es realmente muy fuerte. Ha habido tres encuestas de opinión realizadas por el propio equipo de encuestas del gobierno a lo largo del último año y medio que han determinado que tenemos del 25 al 27% de la intención de voto, que es igual o mayor que el porcentaje del propio gobierno.

B: –Tengo entendido que usted trabajó mucho ayudando a personas sin techo a encontrar una vivienda en Australia. ¿Es parte de su plataforma o sólo se presenta a elecciones como parte de la batalla de WikiLeaks?

A: –Esta idea surgió como resultado del conflicto de WikiLeaks, pero los ideales que se ponen en juego aquí tienen que ver con todo. La valentía es un mecanismo a través del cual todas las demás virtudes se ponen de manifiesto. Si no tenés valentía, no podés luchar por ninguno de tus ideales. Pero de la misma manera el conocimiento y la capacidad de hablar permiten también que todas las demás virtudes existan, porque no se puede... Para ser más concretos, hablemos de derechos, como el derecho a la vida, el más importante entre todos los derechos derivados. Pero ¿cómo sabemos de la existencia del derecho a la vida? Es algo que podríamos discutir, pero no podríamos reconocer el derecho a la vida sin el derecho a expresarnos. La capacidad de hablar y de tener un discurso y de describir el mundo subyace a todos los demás derechos, a todas las metas que intentamos alcanzar, a las diferentes áreas de la vida política. Si no sabemos lo que está sucediendo hacia adentro del poder, la burocracia o las relaciones internacionales entre miembros específicos de un gabinete o un gobierno, no podemos determinar de qué forma debería progresar nuestro sistema político, qué cosas deberíamos apoyar y cuáles no. Creo que esa es probablemente la razón por la cual tenemos tanto apoyo en Australia, porque no somos un partido con visión limitada. Sí nos importan el conocimiento, la educación, la libertad de información, la libertad de expresión, la libertad de publicar, pero eso está vinculado con todo.

B: –¿Se puede postular como candidato sin vivir allí?

A: –Es una situación fascinante a nivel legal. Bajo la legislación australiana, si tenés derecho a votar, y los australianos que se encuentran en el exterior tienen derecho a votar, también tenés derecho a ser candidato al Senado. Es decir que sí, puedo postularme para el Senado sin estar en el país.

Alejandro Kazansew: –Antes de ingresar a la embajada, vimos personas apostadas frente al edificio que estaban manifestando su apoyo hacia usted y sostenían un cartel que decía “No maten al mensajero”. Usted habló de valentía, ¿tiene miedo ahora?

A: –Es una situación mucho mejor que la de estar en prisión rodeado de acosadores. Obviamente, tiene ciertas dificultades prácticas. Por ejemplo, como usted decía, para entrar aquí hay que atravesar una barrera policial, es decir que no puedo ver a ninguno de mis allegados o fuentes o a ningún miembro de mi equipo, que se vería perjudicado. Tampoco puedo ir a algunos países que ciertas personas no pueden abandonar. Por ejemplo, al joven Aaron Swartz, un activista de los Estados Unidos, se le prohibió abandonar Estados Unidos, y yo tenía prohibido abandonar el arresto domiciliario, con lo cual no podía reunirme con él. Es decir que hay ciertos problemas prácticos, pero por otro lado esta situación es fácil de entender a nivel dramático: un activista famoso atrapado en una embajada en el corazón de Londres, que rechaza el traslado seguro, está rodeado por la policía... Es muy visual, y es fácil decir “Ok, hay cierta tensión dramática entre poderes que empujan hacia un lado y hacia el otro”. Eso crea una ventana por la cual podemos observar los problemas reales que enfrenta la organización, como esta enorme investigación por parte de los Estados Unidos, como el bloqueo bancario que se está construyendo financieramente en torno a nuestra organización, de la misma forma que Estados Unidos ha construido un cerco económico en torno a Cuba.

K: –¿Se arrepiente de algo de lo que ha hecho?

A: –Todo el tiempo, espero… Porque si uno no se arrepiente de poder haber hecho algo un poco mejor, de forma un poco más eficiente, más refinada, quiere decir que ya no está aprendiendo nada.

K: –Respecto de Argentina, el Reino Unido y las Islas Malvinas, ¿qué piensa sobre este tema tan importante para Argentina?

A: –Bueno, vi lo que sucedió recientemente con el Ministro de Relaciones Exteriores, William Hague, que dijo que se niega a iniciar un diálogo sobre el tema con la Argentina y estableció todo tipo de precondiciones. Creo que esa no es la forma correcta de proceder, es una actitud arrogante. Siempre se puede entablar un diálogo, no es difícil.

B: –¿Ya vio esto?

A: –¡Lo estoy viendo ahora!

B: –Acaba de ser publicado por la embajada argentina aquí…

A: –En términos de diálogo, ese es el problema con los suecos, se niegan a entablar un diálogo, se niegan a hablar conmigo, se niegan a hablar con los ecuatorianos, se niegan a venir a esta embajada. El gobierno de los Estados Unidos se niega a hablar de su investigación. Admiten la existencia de la investigación, pero se niegan a hablar de ella.

K: –¿Tiene algún deseo?

A: –Tengo muchos deseos, pero tengo entendido desde la temprana infancia que si uno habla de los deseos no se hacen realidad.

B: –Y tiene un nuevo libro.

A: –Tengo un nuevo libro.

B: –¿Nos lo puede mostrar? ¿De qué se trata?

A: –Trata sobre la libertad en el futuro de Internet y es un libro que considero muy importante. Trata esencialmente sobre un nuevo cambio geopolítico que está teniendo lugar, que es el de la vigilancia transnacional masiva. Esto es algo más o menos equivalente en términos geopolíticos a la escalada armamentista o la invención de las armas nucleares. Todos estamos familiarizados con las formas básicas de vigilancia a los activistas, ¿no? como que sigan a alguien o le intervengan el teléfono. La interceptación estratégica consiste en interceptar todas las comunicaciones de un país o incluso de un continente y almacenarla e indexarla permanentemente. Eso es lo que está sucediendo con Latinoamérica. Todas las telecomunicaciones que los estados latinoamericanos tienen con Europa, con China, con el Sudeste de Asia, con Australia, pasan a través de Estados Unidos. Entonces el resultado es que Estados Unidos puede interceptar dichas comunicaciones muy fácilmente e informarse sobre la estructura más detallada de la sociedad latinoamericana, sus políticos, sus líderes empresariales, sus transacciones económicas.

B: –¿Explica esto en el libro?

A: –No sólo hablo de la interceptación sino también de la existencia de empresas como Facebook o Google, empresas basadas en legislación estadounidense que recolectan cantidades enormes de información. Y todos decimos "Bueno, sí, ¿y qué? Lo busco en Google", y Google usa nuestra información para publicidades, vende nuestra información para publicidades, al igual que Facebook, y a nosotros no nos importa. Pero ese no es el problema, el problema es que está todo centralizado, que los organismos de inteligencia estadounidenses tienen acceso a toda esa información. No necesitan órdenes ni autorizaciones judiciales para obtenerla. Y hemos visto en nuestro caso y en muchos otros casos que hubo cientos de miles de intentos de acceso por año que están documentados.

K: –¿Habrá una nueva publicación de información? Especialmente en Latinoamérica.

A: –Bueno, cubrimos todo el mundo y todos los países de Latinoamérica, sí.

B: –¿Es posible que esto que usted dice sea tan perjudicial? Porque hay muchos gobiernos progresistas en Latinoamérica y aún están ahí: Evo Morales, Rafael Correa, Hugo Chávez.

A: –Es un misterio muy interesante. Parte de lo que está pasando es que… aunque la interceptación de las comunicaciones latinoamericanas por parte de los Estados Unidos tiene lugar desde hace bastante tiempo, el grado de sofisticación de los métodos de interceptación y almacenamiento de esta información se redobla cada 18 meses, y su costo se duplica en el mismo período. Es desconcertante pensar cómo es que en ese régimen de recolección cada vez mayor de inteligencia sobre Latinoamérica logran sobrevivir presidentes como Correa, Evo Morales.

B: –Sí, siguen en el poder.

A: –Bueno, en parte tiene que ver con el desvío de la atención por parte de los Estados Unidos de Latinoamérica al Medio Oriente y Afganistán. Pero hay otra cosa que sucede. Creo que la revolución de las comunicaciones también está aumentando la velocidad de las comunicaciones. Esto hace que se acelere el ciclo de toma de decisiones en Ecuador, en Argentina. Entonces es posible que hayan interceptado toda la información, que sepan cuáles son las posiciones de cada uno de los actores, cuáles son sus relaciones, pero todo cambia tan rápidamente que para el momento en que los organismos de inteligencia han elaborado un plan sobre cómo intervenir, la situación ya se ha modificado. Esta tendencia es tal vez lo único que nos está salvando de la dominación por parte del Organismo Nacional de Seguridad y otros grandes organismos de interceptación. Pero no apostaría que es suficiente, ese es el problema.

B: –Muchos jóvenes lo siguen, ¿es porque tiene un mensaje distinto sobre la política que el que tienen generalmente los políticos?

A: –Cuando hay una votación global o una encuesta sobre el hombre del año, hoy siempre son ganadas por sólo tres grupos, ya sea por mí, por Bradley Manning o por Anonymous. ¿Qué significa eso? Eso demuestra lo que siente realmente la gente que está conectada a Internet. Se está generando una fusión entre Internet y las sociedades del mundo, a tal punto que todas las sociedades avanzadas y la mayoría de las sociedades en vías de desarrollo están políticamente entrelazadas con Internet. Los jóvenes están aprendiendo de esta situación. Vieron lo que nos sucedió a nosotros, vieron lo que sucedió en la primavera árabe, vieron lo que sucedió con sus propias sociedades sin el filtro de los medios de prensa dominantes. Es decir que esta es la generación más educada políticamente que ha existido en la historia, y ha desarrollado ciertas virtudes culturales, ciertas creencias. Hoy en día se está dando una nueva revolución cultural como resultado de las comunicaciones sin filtro a través de Internet, y ven que los valores que yo he predicado y la batalla que hemos atravesado es una prueba de nuestra fe en esos valores, que es algo fundamental en sus deseos. Lo que ven es que nuestra lucha ha probado la honestidad de nuestras convicciones… Las personas que tienen acceso a información sin filtros a través de Internet han visto la lucha que hemos enfrentado durante los últimos dos años y medio como prueba de que realmente creemos en los valores que predicamos, y ven la importancia de dichos valores en sus propios países y para esta nueva cultura global que se está desarrollando, y quieren un grupo que la represente, y en este momento WikiLeaks es el único grupo que realmente los representa, porque hemos atravesado en persona esa lucha.

B: –¿Qué cree que pueden hacer los jóvenes latinoamericanos para apoyarlo e interactuar con usted?

A: –El primer paso es entender la situación actual. Después explicarles a otros lo que está pasando y luego actuar en función de ese conocimiento. Lo que esto realmente implica es tomar información sobre la forma en que funciona el mundo que hemos publicado nosotros, que han publicado otras personas, sobre los ataques que hemos sufrido, sobre la investigación del FBI. Contarles todo eso a otras personas e informarlas sobre lo que significa. Y en cuanto a las acciones, las instituciones, incluso la CIA, se están enfrentando a un problema demográfico. Personas jóvenes de todo el mundo se están instruyendo políticamente como resultado de la comunicación sin filtro que tiene lugar a través de Internet. Cuando las organizaciones quieren contratar personas, deben contratar a personas que tienen las habilidades que necesitan. La CIA se ve obligada a contratar a personas que han adquirido esas habilidades como resultado de la revolución inspirada por la capacidad generalizada de comunicarse. La radicalización de la educación política que está teniendo lugar como resultado de las comunicaciones sin filtro que existen a través de Internet indica que vamos a ganar. Nuestros valores culturales van a ganar. ¿Por qué estoy tan seguro de que esto es inevitable? Porque si observamos, por ejemplo, las acusaciones que se les han realizado a Bradley Manning y otras fuentes, son todos jóvenes, son personas que, según se alega, tomaron sus valores culturales de Internet, tomaron sus valores culturales de cosas que yo o personas como yo estábamos diciendo. El Pentágono, la CIA, el Organismo Nacional de Seguridad y organismos similares de todo mundo no tienen otra alternativa que contratar a personas que se educaron a través de la información gratuita que circula en Internet, simplemente porque no podés contratar a un programador o un ingeniero en redes o incluso a alguien que se educó políticamente para ocupar un puesto político que no se haya educado de esta manera. Es así que, lentamente, esas organizaciones están siendo infiltradas por personas que creen en los mismos valores en los que creemos nosotros. Y una vez que estén adentro, una vez que los jóvenes se den cuenta de que tienen el poder, van a poder detener esta maquinaria, van a poder extraer la información y transmitírsela al resto del mundo. Entonces, estas personas generarán un quiebre dentro de estas organizaciones, y si la CIA deja de contratar jóvenes, dejará de existir como organización funcional. Entonces, esas personas que tienen acceso interno a la información deben tomar la información, deben darse cuenta del poder que tienen en sus manos, y en algunos casos no requiere mucho esfuerzo. Hemos comprobado que uno puede reformar a media docena de países de una sola vez si tiene acceso a la información correcta. En cuanto a apoyar directamente a la organización, existen varios grupos de apoyo en todo el mundo, obviamente es una campaña política que se está llevando a cabo, personas que saben programar pueden tomar la información y presentarla en nuevas e interesantes formas. Y respecto del bloqueo económico, por supuesto que necesitamos dinero, y hay diversas formas de eludir este bloqueo.

B: –¿Le darán inmunidad si es elegido como miembro del Senado?

A: –No.

B: –Porque puede ser elegido, pero para asumir el cargo tiene que jurar, y si no jura allá en Australia no puede ser senador, supongo.

A: –Queda a discreción del Presidente del Senado. «

Controlando costos y limitando ganancias



Controlando costos y limitando ganancias

Las limitaciones de los mercados,el crecimiento de la rentabilidad y las maniobras de las empresas.



El acuerdo de congelamiento de precios en los supermercados por sesenta días renueva dos grandes debates de la economía que son altamente estratégicos para la gestión del Estado: las causas de la inflación y las limitaciones al mercado.
Desde la ortodoxia han salido a criticar los acuerdos de precios con gran cantidad de argumentos, que apuntan a la intervención del gobierno y a la imposibilidad de sostenerlos. 
El tema es el funcionamiento de los mercados; para Fernando Navajas, de Fiel (El Cronista, 29/10/12) “el desarrollo de las instituciones económicas del capitalismo ha tratado de lidiar con el balance entre los incentivos individuales -el motor del progreso económico- y las patologías de fallas diversas que van desde la concentración y el abuso de poder dominante hasta fallas colectivas o de coordinación de un sistema de decisiones descentralizadas. Todas estas cosas son el colesterol malo (de la economía), los mercados no”. Ante esta proposición surge la pregunta: ¿dónde se produce la concentración y el abuso de poder dominante si no es en el propio funcionamiento de los mercados? Esta postura evidencia que para defender el libre mercado se utilizan argumentos muy abstractos, que no pueden validarse en la realidad.
Juan Cerruti (El Cronista, 13/02/13) se refiere a los acuerdos de precios y en un juicio más amplio que abarca las diversas aristas de la intervención del gobierno expresa que “el planteo del kirchnerismo debería ser al sistema, no a las empresas que se desenvuelven en base a las reglas establecidas”. Deja bien en claro que las empresas son inimputables, todas funcionan a la perfección, ninguna aumenta precios, o mantiene el precio con igual envase y menor cantidad de producto; el problema es la regulación. 
Bajo las premisas neoliberales, los mercados concentrados son un defecto no buscado, sin embargo la realidad evidencia que esa concentración es hija de la libertad de mercado. Además, la existencia de una elevada concentración en la economía favorece las conductas de los formadores de precios. Según la Encuesta Nacional a Grandes Empresas (Enge), en 2011 la participación de las 500 empresas más grandes alcanza al 32% del PIB de los sectores en los que actúan. Para ese año, las 50 empresas de mayor tamaño explican el 52,1% del valor agregado de las 500 más grandes, dato que da una gran idea de concentración al interior de las mayores empresas.
Repasando la fabricación de productos de consumo masivo, se observa que el 80% del aceite que se consume lo producen dos empresas: Molinos Río de la Plata y Aceitera General Deheza; en lácteos, el 78% lo manejan La Serenísima y Sancor, mientras que en los enlatados, como tomates y arvejas, la posición dominante la ejerce Arcor, con el 70%. 
También se suman a la lista sectores elaboradores de insumos intermedios críticos, tales como el aluminio primario (Aluar es el único productor), la siderurgia (Siderar produce el 99% de la chapa laminada en frío), materias primas que a través de su incidencia en el envasado terminan afectando la oferta de productos de consumo masivo. Estos sectores, junto con la petroquímica (dos empresas producen el 89% de los fertilizantes), generan insumos esenciales para muchos otros sectores productivos. En el eslabón de la distribución minorista, tres grandes cadenas de supermercados concentran entre el 75% al 80% de las ventas totales.
Volviendo a las 500 grandes, lo más llamativo es la evolución de la tasa de ganancia; partiendo de una tasa de utilidad sobre ventas del 8,2% anual para el período 1993/2001, la tasa comienza a recomponerse en 2003 (9,5% anual) para alcanzar valores que fluctuaron entre el 11% al 13% a partir de 2005 y hasta 2011. Puede decirse que cuentan con un importante colchón de rentabilidad que les permitiría participar de un acuerdo de precios a más largo plazo.
Un dato relevante de las estadísticas de la Enge es el escaso peso que poseen los salarios sobre el valor de producción, que para el total de las 500 empresas llegaba al 12% en el período 1993/2001, bajó drásticamente al 8% entre 2007 y 2009, para luego incrementarse levemente al 10% en 2011. Si comparamos ambas cifras puede observarse que el período de mayor tasa de ganancia se asocia a una menor participación salarial.
Estos datos deben compararse que la reveladora encuesta de D'Alessio IROL realizada para el Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA), allá por octubre del año pasado, donde los encuestados, en su mayoría representantes de esas 500 empresas, reconocieron que luego de las paritarias el 49% trasladó el aumento de salarios a sus precios. Más precisamente, un 29% lo trasladó en la misma magnitud y en un 20% lo aplicó por encima del porcentaje que resulta de la paritaria, entre 5 y 10 puntos más (BAE 31/10/12). Creo que el análisis de los datos expuestos indica el carácter de la puja distributiva: no son los salarios los que empujan los precios, sino las decisiones arbitrarias de las propias empresas, como una forma de incrementar su rentabilidad.
Los acuerdos de precios son una herramienta válida para encarar el tema pero no resuelven por sí mismos la cuestión. En este aspecto, debe resaltarse que también hubo cuestionamientos por lo acotado del período de acuerdo de precios. La Federación de Supermercados y Asociaciones Chinas calificó como "insuficiente" el congelamientos de precios por dos meses y remarcó que es necesario hacerlo "extensivo en el tiempo" y "a otros proveedores de insumos" (La Nación, 11.02.13).
Las políticas de acuerdos de precios deben trabajarse intensamente con todos los actores involucrados, y deben estar necesariamente asociadas a un control de costos efectivo de las empresas formadoras de precios. Es una ardua tarea, que exige el desarrollo de gran cantidad de recursos humanos en el Estado, pero que es necesario comenzar a transitar con mayor intensidad, para poder elaborar nuevas regulaciones que controlen los precios en las distintas etapas de la producción y comercialización, evitando conductas abusivas.
El tema principal para resolver las subas de precios es realizar una profunda reforma impositiva, que haga recaer la mayor parte de la tributación sobre los impuestos progresivos, a las ganancias, bienes y fortunas personales. En especial, para controlar la puja distributiva, convendría aplicar una alícuota impositiva vinculada con una tasa razonable de ganancia para cada sector, por encima de la cual la tributación tendería a ser total. El objetivo es que deje de ser viable aumentar precios para acrecentar la ganancia, dado que el incremento adicional iría fundamentalmente al fisco vía impuestos. 
Adicionalmente, resulta interesante evaluar la aplicación, sobre los principales insumos de los alimentos, de políticas que permitan separar el precio internacional del doméstico; también se podría fomentar la creación de mercados de abasto populares y estatales en la mayoría de las ciudades, gestionados con mecanismos de democracia participativa. 
Queda claro que la sociedad está reclamando actuar sobre la inflación, y aquí surge también la puja ideológica, entre las “mágicas” recetas ofrecidas por los neoliberales para enfriar la economía y los que deseamos que la economía siga creciendo con mejor distribución del ingreso, con soluciones para los aumentos de precios que resultan mucho más complicadas de alcanzar por los intereses que se afectan; hacerlas viables es el gran desafío.

martes, 5 de febrero de 2013

EL QUE NECESITA O EL QUE APORTA

Domingo, 3 de febrero de 2013
DEBATE › EL RECLAMO BONAERENSE Y LA COPARTICIPACION

El que necesita o el que aporta

El reparto de recursos entre las provincias enfrenta dos enfoques ideológicos: se debe hacer en función de lo que aporta cada provincia, como plantea el gobierno de Scioli, o de acuerdo con las necesidades de cada distrito.

Por Alejandro Lopez Accotto, Carlos Martinez y Martin Mangas *

Cuando los principales funcionarios del gobierno bonaerense solicitan al titular de la Cámara de Diputados de la Nación el llamado a un debate para reformar el régimen de coparticipación federal de impuestos, demuestran inconsistencias a varios niveles.
En lo político-institucional, la Constitución establece claramente que la Cámara de origen para ese debate es el Senado de la Nación. Y lo es porque allí se encuentran representadas de manera igualitaria todas las provincias. Cualquier modificación en la distribución de los recursos federales demanda de un amplísimo acuerdo, incluso mayor que el de una reforma constitucional, en tanto una nueva ley de coparticipación requiere la aprobación tanto del Congreso nacional como de las 24 legislaturas provinciales.
El otro yerro es de carácter político-económico, visible en declaraciones de la ministra de Economía bonaerense, Silvina Batakis, respecto de que “el 55 por ciento de la industria nacional” y el “40 por ciento de la población nacional” están instalados en Buenos Aires, provincia que “motoriza y genera un Producto Bruto mucho más grande que el resto”. Si bien los datos aportados por la ministra son ciertos, y conocidos por todos, lo preocupante es que permiten inferir una línea de pensamiento que se inscribe en la teoría “devolutiva” del federalismo fiscal, que supone distribuir los recursos federales proporcionalmente al peso de cada provincia en la recaudación o el gasto. Este criterio podría retrotraer el sistema de transferencias a la década de 1930.
En Argentina, dadas las grandes asimetrías entre las provincias y al interior de cada una de ellas, se requiere de un análisis profundo y un abordaje integral sobre el sistema de transferencias financieras entre niveles de gobierno. La distribución de recursos debe hacerse asegurando transferencias que conduzcan a garantizar situaciones de igualdad para todos los ciudadanos del país y no según la participación de cada provincia en el total de la recaudación, como parece sugerir el gobierno bonaerense. Cualquier criterio distributivo que se aplique con un sentido de igualdad social seguramente haría aumentar la participación de la provincia de Buenos Aires en la coparticipación federal, dado que buena parte de su población, especialmente en determinadas zonas del conurbano, presenta aún hoy importantes limitaciones en sus condiciones de vida y en la oferta de bienes públicos de calidad.

Mezquindad

El punto anterior se vincula con el otro debate de los últimos días, respecto de la posibilidad de que el Estado nacional brinde asistencia financiera directamente a los municipios. En los últimos años, la Nación ha sido el elemento más dinámico en el financiamiento del gasto de los gobiernos locales. Los datos demuestran tal afirmación. Las transferencias nacionales a municipios, eminentemente para gastos de capital, crecieron un 240 por ciento en términos nominales entre 2002 y 2009, pasando de un peso casi nulo a representar un sexto del financiamiento de los municipios argentinos proveniente de otros niveles de gobierno. En el mismo período, las transferencias provinciales a municipios sólo crecieron un 127 por ciento, nominalmente.
Por otra parte, y pese a que la reforma constitucional de 1994 proclamó la autonomía municipal, varias provincias, entre ellas Buenos Aires, Santa Fe y Mendoza, sostienen todavía un régimen municipal que podría tildarse de inconstitucional, pues no han reconocido dicho derecho institucional. Además, las leyes de coparticipación provincial son, en general, mezquinas, injustas y anacrónicas. En el caso de la provincia de Buenos Aires, distribuye a los municipios sólo el 16,14 por ciento de sus recursos cuando la fallida reforma constitucional provincial de Antonio Cafiero proponía en 1991 un piso mínimo de 20 por ciento.

El origen de los recursos

En la última década, el sesgo del conjunto de impuestos nacionales ha pasado de “levemente regresivo” a “levemente progresivo”, con una distribución del ingreso, tras el cobro de impuestos, casi igual a la existente antes de recaudarlos. En el conjunto de las provincias, en cambio, la regresividad del sistema tributario ha aumentado, ya que la participación de los impuestos sobre el patrimonio se redujo a la mitad en la última década, pasando de un 25 por ciento del total en 2001 a un 12 en 2011.
Por ello, más allá de la necesaria revisión de la Ley de Coparticipación Federal, es justo exigirles a las provincias –Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba están primeras en la fila por su peso político y económico– un mayor esfuerzo por gravar mejor la riqueza a través de los impuestos patrimoniales, actualizar seriamente las valuaciones fiscales, elevando así la recaudación y logrando que paguen más los que más tienen.
Algunos gobiernos provinciales pretenden obtener, sea como fuere, mayores recursos del Estado nacional, sostener un sistema mezquino y anacrónico de transferencias de fondos a sus municipios y seguir recaudando con sistemas altamente regresivos e ineficientes, que terminan castigando más a los que menos tienen. Una combinación que de federalismo fiscal equilibrado tiene poco y de justicia social, mucho menos.

* Investigadores-docentes de la Universidad Nacional de General Sarmiento.