Por ello, desde La Bramuglia, nos vemos en la imperiosa necesidad de mostrarle a todos y todas, dos ejemplos que muestran como los recursos del estado se pueden utilizar para construir o destruir la República: unos, despilfarran los recursos sólo para ganar elecciones a como dé lugar; en cambio (y por suerte) otros, cuidan cada centavo con el objetivo de garantizar la vida plena de las instituciones de la República, sin discrecionalidad y favoreciendo a los que menos tienen, que cómo se sabe es el deber fundamental de todo progresista. ¿Eso no es acaso un país normal?
PD: Lo ingrato de la política, no Pechito?. Cómo bien dice el saber popular, billetera mata galán republicano.
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