jueves, 6 de agosto de 2009

"Para vivir bien es necesario distribuir mejor"

(*) Por Rodolfo A. Mangas


Hace 100 años, el Dr. Juan B. Justo escribía: “La cooperación es la solidaridad para hacer”. Seguramente, no encontraremos definición tan sintética, pero a su vez contundente del cooperativismo.

Muchos años transcurrieron desde aquélla definición, y mucho es el aporte que el sector cooperativo ha realizado a lo largo y ancho del país. Muchos fueron los que aportaron con su compromiso al desarrollo de miles de cooperativas de consumo, de trabajo, de electricidad, de servicios públicos, de crédito, de vivienda, entre otras. Años forjando entidades democráticas y participativas.

Ha sido difícil para el sector de la Economía Social , resistir los avatares de las distintas etapas político económicas de nuestro país, en dónde la mayoría de las veces se atentaba contra estas asociaciones. Sería largo y tedioso enumerar los logros de las cooperativas y las mutuales, pero si es importante conocer un dato: El sector aporta más del 10% del PBI, en prestaciones de servicios de todo tipo, en las grandes ciudades o en los rincones más lejanos de la República donde el capital lucrativo no concurre, ya que no obtiene ganancias. Más de un tercio de la población del país se encuentra asociado a cooperativas o mutuales, aportando con su esfuerzo a la consolidación y el crecimiento del sector y en consecuencia de la Argentina. Se compite con una enorme desigualdad de condiciones en el “mercado”, ya que éste no es ni solidario, ni cooperativo, ni democrático, y es allí dónde las entidades han demostrado que son capaces de administrar en forma transparente, con más eficacia y eficiencia que muchas empresas privadas, contemplando el interés social, por sobre el interés particular.

Hoy los porteños tenemos en la Cámara de Diputados quien nos represente y represente también a nuestro sector en todo el país. Carlos Heller es un importante dirigente vinculado al desarrollo de experiencias asociativas desde hace muchos años, que preside el banco cooperativo más importante del país, por elección democrática de sus asociados. Ellos son, trabajadores, comerciantes, profesionales empresarios Pymes, que conforman un entramado económico y social que genera sus propias herramientas de crédito a través de la gestión cooperativa.

Las entidades de la Economía Social y el pueblo tendrán un eficaz defensor, porque para vivir mejor es necesario distribuir mejor. Porque es imprescindible mantener el modelo de desarrollo vigente evitando cualquier tropiezo que neutralice los pasos que se han dado y pueda consolidarse para construir lo que aún falta.

Seguramente muchos de los que abrazamos hace tiempo las ideas por las que Juan B. Justo trabajó denodadamente, para mejorar el nivel de vida del pueblo, en una sociedad más justa, solidaria y democrática, hoy sabemos que el sector de la Economía Solidaria esta muy bien representado en el Congreso Nacional.


(*) Presidente del Centro para el desarrollo de la Economía social en América Latina (CEDESAL) y miembro de la Asociación Atilio Bramuglia